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Solo se que no se nada, se dijo una vez. Falsa frase para mi. Incorrecta, o no eficaz. Sin razón, y sin motivo. Cómo un ni contigo, ni sin ti. Dudas, falsedades, equivocaciones, tormentas... tormentas... de lágrimas. En un mundo paralelo en el que todo sale bien, en el que no tropiezas dos veces con la misma piedra. Un mundo inexistente. La realidad me sorprende, y me susurra al oído la verdad. Me sorprende, la verdad. La realidad. Quizás la respuesta sea no preguntarme por qué, es decir, que no le busque mayor complicación a la situación. Que es un camino sin salida, un océano sin profundidad, un cielo sin azul. Que nada es lo que parece, y no hay nada lógico aquí. Simplemente, la frase que lo resume todo a la perfección, ni contigo, ni sin ti.