martes, 4 de octubre de 2011

Ellas.

A mi primer amor lo conocí al nacer, Luz era su nombre. Su poder 
enorme siempre me hizo ver la vida tan lúcida y tan bella. Ella me
 enseñó a crecer jugando a contar estrellas cada anochecer.
Creí enmudecer cuando Ilusión tocó mi corazón de adolescente, me
 enamoré perdidamente. Era tan bonita, mi flor favorita, mi otra
 mitad. Me dijo que los sueños también se hacen realidad.
Perdida en la ciudad vi a Indiferencia andando distraida, cada día,
 sin saber que yo existía. Su mirada ausente entre la gente no me 
seducía, demasiado fría. Algo me decía : "¡Desconfía!".
Mientras, Melancolia me quería con locura. Cada noche aparecia en mi
 cama medio desnuda y me abrazaba. Urgaba entre mis cicatrices, yo 
sollozaba. Su piel no otorgaba días felices y la abandoné. Olvidé su 
hechizo y su regazo, porque pronto conocí a Pasión, fue como un 
flechazo. Unidos cada madrugada, mi amada, siempre haciéndome el amor
 entre hojas de papel mojadas.
Conocí a Constancia al poco tiempo, me atrajo su fragancia y desde 
aquel momento la fui conociendo. Su autoestima y disciplina me 
dijeron: "No abandones, tendrás un sitio en la cima con los mejores."
 Pero sufrí mal de amores cuando Envidia me miró al pasar. Otra 
vampiresa que besa y que te hace sangrar. Al hablar mentía, quería 
matar mi fe. Puso veneno en la lengua de aquellos que me crucé. Fue 
por eso que lloré junto a Nostalgia cada tarde, sintiéndome un 
cobarde si venia a acariciarme.
Hasta que un día Soledad llamó a mi puerta y me paralizó, me abrazó
 rompiendo mi armazón. Y yo, ví pasar los meses, no quería ver a 
nadie. Hasta que encontré a Esperanza esperándome en la calle. Ella 
me habló de un futuro y de luchar por él, me dijo: "Libertad te 
espera, ella siempre te será fiel". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario